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Ministerio Abdiel (ministerios de Amor) UN MINISTERIO CON ENFOQUE A LOS PROBLEMAS QUE ENFRENTAN LOS MATRIMONIOS DE LA EPOCA ACTUAL CONSEJOS PREMATRIMONIALES " "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne" (Génesis 2: 24). " IDEALIZANDO LA INTIMIDAD Muchos solteros idealizan el amor y la intimidad, y lo convierten en algo que no es, y que no puede ser. Cuando yo estaba en la escuela primaria, mi madre me compró la Familia Sunshine, un grupo de muñecas estilo Barbie que incluían una madre, un padre y un bebé. No recuerdo los comerciales que habían en televisión para mis muñecas, pero si tuviera que adivinar, diría que en la familia Sunshine no había amor solamente en la primavera, sino todo el año. El amor y la vida no incluían discusiones, malentendidos, ni sentimientos de estar románticamente desconectados. Es más, diría que para el Sr. y la Sra. Sunshine, las cosas siempre fueron tal y como eran el día que se casaron – flores, fuegos artificiales y fantasías. Tristemente, esta imagen de la familia Sunshine es la que muchos solteros tienen del amor. Idealizan el amor y la intimidad y lo convierten en algo que no es y que no puede ser. Tristemente, se pierden de la belleza de querer a otra alma imperfecta. A continuación, formas en que los solteros – e inclusive los casados – idealizan la intimidad. Idealización N.1: El conflicto es malo De niña nunca vi a mis padres pelear; todo ocurría tras puertas cerradas. Yo era una niña sensible, y nunca me sentí cómoda con el enojo, entonces siempre que mi padre lo expresaba abiertamente, me sentía devastada. No estoy segura exactamente cuándo sucedió, pero en algún momento decidí que el enojo era indebido y que nada bueno podría salir de él. No me había dando cuenta cuán perjudicial era mi actitud hasta que llegué a los 20s y me fui de casa. No sólo tuve problemas en mis relaciones con mis amigos en la universidad, sino también en las relaciones amorosas porque una relación sin conflicto es como la Familia Sunshine – irreal. Claro, tener una relación normal no significa que una pareja discutirá todo el tiempo, o que tendrá desacuerdos constantemente, pero cierto grado de conflicto es normal en el desarrollo de una intimidad auténtica con otra persona. De no ser así, Dios no nos daría instrucciones en Su Palabra sobre cómo manejar los desacuerdos. En su libro The Marriage Turnaround, Mitch Temple dice que el conflicto no es lo que mata a un matrimonio. Es "el conflicto desaforado el que mata los matrimonios". Lo mismo sucede con las relaciones de noviazgo. El conflicto no siempre indica que estás saliendo con la persona incorrecta o que esto matará tu relación. Es más, podría ser más bien la razón por la cual desarrolles una mayor intimidad emocional – si ambos están dispuestos a trabajar en los problemas. Afortunadamente, aprendí esta verdad poderosa y ha sido un aprendizaje liberador. Ya no me preocupo si hago enfadar a la persona con quien salgo, ni tampoco intento ser otra persona. Como resultado, me siento más relajada durante los desacuerdos. Recientemente tuve un conflicto con una buena amiga. Teníamos que encontrarle una solución, entonces le pregunté si estaría dispuesta a rezar independientemente con respecto a lo que sucedía entre nosotras. Ella accedió. Nos separamos y luego nos reencontramos para hablar. Me sorprendió ver que el introducir a Dios en nuestro conflicto había desinflado nuestros egos y suavizado nuestros corazones. Pudimos volver a hablar sobre aquello que nos enfadó. ¿El resultado? Acertaste, mayor intimidad. Ahora conozco a mi amiga mucho más que antes. Esto es el poder redentor del conflicto, que también se puede aplicar a las relaciones de noviazgo. Cuando se maneja apropiadamente, el conflicto puede ser la razón de una mayor intimidad. Para lograr esto, haz lo que Dios te instruya y maneja tus conflictos con suavidad. No culpes, grites, insultes o dejes de hablar con tu pareja. En lugar de esto, busca tratar de comprender y ser comprendido. Recuerda que esto no siempre significa que van a estar de acuerdo. Idealización N.2: Debemos tener los mismos intereses Sandra es una profesional de 30 años inteligente, atractiva y vivaz. Muchos se preguntan por qué no se ha casado. Ella también se lo ha cuestionado. Luego de observarla, sus amigos más cercanos han determinado que ella ha idealizado la intimidad. No porque ella piense que el conflicto es malo, sino porque piensa que las diferencias son malas. Cuando un hombre que disfrutaba de la pintura la invitó a salir, ella inmediatamente decidió que no harían buena pareja porque él no podría comprender su afinidad por los números y por balancear su chequera. Cuando la invitó a salir un hombre que amaba la pesca pero no el fútbol, ella decidió que no se llevarían bien porque ella disfrutaba de ver a su equipo favorito jugar los fines de semana. Tristemente, Sandra no está entendiendo el punto. No es necesario tenerlo todo en común con la persona con quien sales para tener una excelente relación, ni siquiera es posible. Francamente, no sé de nadie que haya compartido todos mis gustos, ¿y tú? Por un lado sí, es importante compartir algunos intereses, pero no es importante que los compartan todos. Lo más importante es que disfruten de la personalidad y compañía del otro; cuando lo hagas encontrarás intereses en común. ¿Por qué Sandra es tan quisquillosa? Porque tiene terror que su relación fracase. Consecuentemente, y para protegerse del dolor emocional, ella crea expectativas muy altas sobre lo que significa ser verdaderamente íntimo con alguien, creyendo que debes tener mucho en común. Esto simplemente no es cierto. ¡Debo salir con alguien muy atractivo! Las películas, revistas y música te venden la idea de que cuando piensas que alguien es muy guapo, habrá intimidad instantáneamente. Cuando alguien acepta esta mentira, sea soltero o casado, habrá decepción. Recientemente, mientras me ejercitaba en el gimnasio, noté que el programa The Bachelor ("El Soltero”) estaba puesto en el televisor. Este reality tiene un hombre muy apuesto con un grupo de mujeres derritiéndose por ganar su corazón. No pude oír el programa, pero con solo ver los ojos de una de las mujeres, era evidente que estaba enamorada de él. No pude evitar pensar cómo serían las cosas si de verdad se ganara el afecto del soltero. ¿Descubriría que él es a veces irritable? ¿Indiferente? ¿Perezoso? ¿Egoísta? ¿Grosero? Esto ocurrirá sin duda, ya que sin importar cuán bellos seamos por fuera, todos luchamos contra el pecado adentro. Desafortunadamente, muchos solteros creen que la intimidad será mejor si nuestra pareja es tan atractiva como El Soltero (o La Soltera – The Bachelorette). Por esta razón podrían perderse de parejas del género opuesto que no son tan bellas por fuera, pero que son magníficas por dentro. No me malentiendas, sí se requiere de cierta atracción para tener amor romántico, pero la verdadera intimidad no depende de pensar que nuestra pareja se parece a una estrella de cine. Si eres de esos que cree que sólo puede salir con hombres o mujeres muy atractivos, intenta algo distinto y sal con alguien de apariencia normal. Nunca se sabe, quizás llegues a enamorarte de él o ella. Hay muchas otras formas en que los solteros idealizan la intimidad. Si luchas con alguno de estos tres aspectos, o con algún otro que no mencioné, pídele a Dios que te ayude a comprender por qué aceptas estas mentiras. Pídele que te muestre si tu miedo, orgullo o egoísmo te lleva a idealizar la intimidad. Luego pídele que te preste Sus ojos para ver al sexo opuesto y al amor según Su diseño. Estarás contento de haberlo hecho. DESARROLLANDO INTIMIDAD EMOCIONAL El romance y el enamoramiento pueden requerir poco esfuerzo al principio pero para experimentar el amor íntimo, profundo y duradero, se requiere una búsqueda apasionada. En su libro Soul Cravings («Los Deseos del Alma»), Erwin Raphael McManus escribe de forma elocuente sobre la intimidad y el amor. «Nos sentimos más vivos cuando lo encontramos, más devastados cuando lo perdemos, más vacíos cuando nos damos por vencidos por él, más inhumanos cuando lo traicionamos y más apasionados cuando lo buscamos». ¿Más apasionados cuando lo buscamos? Hmmm… me hace recordar el consejo de Pablo a los Corintios en el capítulo 14, verso 1: «Sigan el amor» -escribe Pablo. Un momento. ¿No se supone que es el amor el que te encuentra, como cuando te «encuentras» un hoyo en medio de la calle cuando caes en él? De acuerdo, el romance y el enamoramiento pueden requerir poco esfuerzo al principio pero para experimentar el amor íntimo, profundo y duradero se requiere una búsqueda apasionada, tal como lo dijo Pablo. Esta búsqueda apasionado suena algo vaga y por esa razón parece imposible. Después de todo, ¿qué significa buscar el amor? A la mayoría de nosotros no nos han enseñado nunca a desarrollar la intimidad emocional con otra persona. Hemos aprendido cómo atarnos los zapatos, álgebra, hacer un balance de la chequera, cocinar lasaña y quizás cambiar el aceite de nuestro automóvil pero nunca nadie nos ha enseñado cómo buscar el amor. A continuación unas ideas básicas pero poderosas sobre cómo puedes buscar el amor y hacer un arte el desarrollo de la intimidad emocional más profunda con las personas que son más significativas para ti. Estos principios pueden ayudarte en tu relación con tu novio, novia e incluso con tus amigos o amigas. Si los practicas, estoy segura que incluso encontrarás tu búsqueda de la intimidad emocional y el verdadero amor como algo placentero. Intimidad se Deletrea A-C-E-P-T-A-C-I-Ó-N En el planeta Tierra hay llaves casi para cualquier puerta. Tengo una para mi automóvil, para la puerta de mi casa e incluso para la puerta de mi joyero. Sucede lo mismo con la intimidad. Hay una llave en particular para abrir la Puerta de la Intimidad en las relaciones, se llama la Llave de la Aceptación. Puesto que intimidad significa que dejamos que la otra persona «nos vea por dentro» y ella nos deja que «la veamos por dentro», debemos utilizar la Llave de la Aceptación. Después de todo, nadie quiere dejar que otra persona «le vea por dentro» en su corazón, que es controlador, prejuicioso, crítico, sarcástico, resentido, abusivo, egoísta o simplemente desagradable. Entonces, si quieres que las demás personas abran sus corazones para ti, tienes que darles un lugar seguro para que lo hagan. ¿Por qué? Porque la verdad es que mientras la mayor parte de nosotros podemos actuar como si no tuviésemos miedo a nada, en las partes más profundas de nuestro ser, nuestros corazones son muy delicados, frágiles y generalmente temerosos del dolor de una relación. Para que los corazones crezcan en la intimidad, tienen que sentirse seguros y aceptados. A continuación algunas formas cómo puedes usar la Llave de la Aceptación para abrir la puerta de la intimidad emocional en tus relaciones ¡y buscar el amor! Reír Juntos Cuando Rebeca salía con Brad a menudo ella se sentía como un extraterrestre no aceptado. ¿Por qué? Porque siempre que contaba un chiste, él la miraba como si tuviese tres cabezas. Su mirada decía: «No me gusta la parte graciosa tuya». Raramente él se unía en su humor y si lo hacía parecía forzado. Quizás habrás escuchado que la distancia más corta entre dos corazones es la risa. Si quieres desarrollar la intimidad con alguien especial, no lastimaría que encuentres tu lado gracioso si la otra persona ha encontrado el suyo. Cuando cuente un chiste, ¡disfrútalo! Hará que tu amigo se sienta como un genio del humor y añadirá un elemento de alegría a tu relación –que todos necesitan. Llorar Juntos Recuerdo la primera vez que alguien lloró conmigo cuando mi corazón estaba roto. Me conmovió, y entonces supe que esa persona realmente me amaba. Cuando podemos llorar con otra persona y esa persona puede llorar con nosotros sin sentirse juzgada, se desarrolla una intimidad más profunda. Sí, toma paciencia y comprensión el no tratar de «componer» a la otra persona o su problema pero simplemente siéntate con esa persona, acompáñale en su dolor y anímale. No le des consejos a menos que te lo pida. Lo apreciará y ¡te amará más por eso! Discrepar Es cierto, la intimidad sólo se puede desarrollar si estamos dispuestos a aceptar a otra persona tal y como es. Eso no quiere decir que nunca desaprobemos sus acciones o que siempre vamos a estar de acuerdo con esa persona. De hecho, una cierta cantidad de pensamiento independiente que conlleve a los desacuerdos es saludable y normal. (Si no hay desacuerdos, generalmente quiere decir que la comunicación es defectuosa porque alguien no está siendo honesto). A la luz de esa verdad, desarrollar la intimidad significa que hemos aprendido bien el arte de no estar de acuerdo pero a pesar de eso enviar el siguiente mensaje: Te amo incluso aunque no estemos de acuerdo. Aún te aceptaré a pesar que no aceptes todas mis ideas. Me agrada que puedas compartir tus puntos de vista conmigo y no me siento amenazado por tus diferencias y, sin importar qué, aún seguirás siendo mi amigo. Una de mis más queridas amigas es muy buena para discrepar conmigo y hacerme sentir respetada al mismo tiempo. Ella sabe cómo decirme cuando cree que yo he perdido mis cabales o que estoy a punto de hacer alguna estupidez. A menudo me dice que me acepta tal cual soy. Por esa razón, nunca dudo de su cuidado por mí incluso cuando discutimos. Me siento segura porque ella contínuamente me afirma y me anima en la vida. Con ese tipo de apoyo, nuestros desacuerdos no se sienten como una amenaza que destruirá nuestra relación. Yo hago lo mismo con ella. Ambas tenemos la libertad de ser tal cual somos. Los desacuerdos pueden llevar a una mayor intimidad porque los puntos de vistas opuestos significan que estamos siendo honestos sobre lo que somos. Sin embargo, durante los desacuerdos, recuerda no caer en el insulto, en la manipulación ni en la acusación. Cuida lo que dices, porque la seguridad emocional que una persona puede sentir en una relación y que nutre la intimidad, puede ser destruida en minutos por una mala selección de palabras. Recientemente escuché a un hombre decirle a su esposa en una discusión que la única razón por la cual él se casó con ella fue porque nadie más se casaría con él. Ella quedó devastada. A partir de ese momento nunca se sintió completamente aceptada y se siguió preguntando si él lo había dicho en serio. Las palabras pueden curar o herir, construir o destruir. Pueden ser la razón, la creación o la desaparición del amor y la intimidad. (Santiago 3: 6) Ahí las tienes: tres formas en que puedes buscar el amor y usar la Llave de la Aceptación para desarrollar una intimidad más profunda en tus relaciones. Pero lo más importante de todo: recuerda encomendar tu relación a Dios. Fue Él quien creó el amor y la intimidad y conoce cómo funcionan. Si quieres amar más a una persona, pídele que te ayude. ¡Esa es una oración que Él contestará con gusto! CONSTRUYENDO UNA VIDA JUNTOS Algunos aspectos de la dinámica conyugal no son lo suficientemente abordados por las parejas, porque los asumen como acuerdos implícitos. Posiblemente les parezca que, por obvios, resulta innecesaria su discusión. Sin embargo, en la práctica, las cosas son muy diferentes, y lo que se daba por descontado, termina por causar importantes lesiones al matrimonio. Uno de estos asuntos tiene que ver con la construcción del proyecto de vida de la pareja. Importante tema, porque el proyecto de vida conyugal supone un acuerdo esencial para ambos. Desafortunadamente, muchas parejas inician sus vidas sin que tengan conciencia de la importancia de caminar en pos de un proyecto común. Existen muchos casos en donde el proyecto de uno pareciera ser muy distinto al proyecto del otro e, integrar y armonizar ambos destinos, podría convertirse en un esfuerzo infructuoso. El libro de Génesis señala que "Por eso el hombre deja a su padre y su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en sólo ser”. Este precepto bíblico reafirma la importancia de observar el matrimonio como la unión en un solo ser, en un solo proyecto. Sin embargo, esto no significa que con el matrimonio se destruye la riqueza de los aportes individuales. Más bien incorpora esa diversidad en una nueva unidad, conformada por dos personas que se han escogido consciente y libremente en amor. El matrimonio es, por definición, la construcción de un proyecto de vida común. Pero hay personas que llegan a él pensando en sus intereses, su proyecto personal, sus ideas, sus propuestas y decisiones. Naturalmente esto provoca que el matrimonio se encuentre frente a proyectos bifurcados, lo que podría terminar por distanciar, dividir y hasta destruir la relación de pareja. En otros casos, uno de los dos pretende imponer su propio proyecto sobre el del otro, lo cual trae consigo dolor y frustración al vínculo matrimonial. No es entonces válido llegar al matrimonio pensando en «mi» proyecto, sino en «nuestro» proyecto, no como «mi» construcción, sino como «nuestra» construcción. Para lograr esta concepción, es imperativo un diálogo abundante y diáfano en la pareja. En la construcción de un proyecto de vida común se debe recoger los sueños e ilusiones de ambos. En lugar de ignorar las diferencias que pueden persistir al interior de la pareja, se asumen éstas como características particulares que enriquecen y complementan la vida conyugal, y que se adoptan o resuelven a partir de acuerdos respetuosos. El matrimonio es una construcción que debe llenar las expectativas y satisfacer las necesidades de ambos. Es un proyecto común, que implica decisiones de equipo en áreas tan relevantes como los hijos, las finanzas y la distribución de responsabilidades en el hogar. Por otro lado, el proyecto de pareja no concluye con la formación de los hijos… sino que trasciende. Cuando los hijos crecen y dejan el hogar para construir sus propias familias, las parejas deben seguir su camino, porque su proyecto de vida en común también continúa. Trabajando juntos -Qué proyecto sigue cuando los hijos se van de casa. -Pongan atención a su calidad de vida integral. -No olviden sus relaciones íntimas. -Fortalezcan la comunicación. -Constantemente impulsen iniciativas compartidas. Más allá de los hijos y del transcurso de los años, la pareja debe continuar soñando juntos, ya que su proyecto de vida prosigue. En el matrimonio el proyecto de uno debe ser el proyecto del otro, sin egoísmos ni exclusiones. Es un ejercicio en donde uno no debe sentirse ajeno a las metas del otro, ni en donde sus proyectos queden relegados o anulados en el proceso. Antes de iniciar la vida de pareja, se debe conversar exhaustivamente sobre lo que para cada uno representa el matrimonio y la construcción de un proyecto de vida común. Es posible que de esta forma se reduzca el riesgo de sorpresas desagradables en la convivencia conyugal. CONSEJOS PARA EL COMPROMISO ¿Es este el elegido? Hablemos primero (y de manera breve) acerca de la decisión de casarse con una persona en particular. He escrito sobre esto en otras ocasiones, pero aquí expongo un breve repaso: Primero, observe el proyecto que usted tiene para su vida; más específicamente, ¿qué piensa usted será de este propósito o proyecto si se une a esta persona?, o ¿qué visualiza ahora que el Señor le ha puesto ahí? ¿Podrá, en términos generales, servirle a Dios mejor si están juntos que separados? ¿Será capaz de lograr el propósito (permanecer en su plan original o en uno que usted haya percibido- una visión a través de esta persona) más efectivamente juntos que por separado? Después, considere si siente que puede amar a esta persona sacrificialmente, así como respetarla y apoyarla. También, ¿qué piensan los demás (aquellos a los que ambos han pedido consejo, bajo el contexto en que su relación ha tomado lugar, amigos o familia) sobre la relación? ¿Les parece sólida? ¿Les parece que la relación es buena para ambos? Como lo escrito anteriormente, esta es (eso espero) una valoración mucho más profunda que simplemente preguntarse ¿soy físicamente atractivo para él o para ella?" o "¿Tenemos química?". Vamos, andando Si pasas toda esta búsqueda del alma, podrías decidir (probablemente de forma separada por el momento), que el matrimonio entre ustedes dos es lo correcto ante el Señor. Si esto sucede, el siguiente paso para el chico es ir a través de ese proceso aterrorizante lleno de placer para aprender acerca de diamantes de circonio cúbico, averiguando sobre las especificaciones exactas del anillo que su novia desea por medio de varios actos de espionaje, escogiendo el anillo perfecto con base en una intuición sincera, y agonizar por el planeamiento cuidadoso de la forma de declararse que no llegue a avergonzarlo por completo. Como las mujeres pueden sospechar,, este proceso llega de manera natural y fácilmente a todos los hombres. Luego de que la declaración ha sido hecha sin tropiezos y llevada a cabo por el hombre sin inconvenientes de ningún tipo, la mujer dice sí sin dudar, acompañada por sonrisas y lágrimas por doquier. Las reacciones individuales pueden variar. Bien, felicidades, estás comprometido. ¿Qué haces ahora? Cuando se trata del compromiso, hay un sólo concepto en mente. Es fácil, simple y debe guiarte en cada decisión, en todas las etapas del proceso y hasta que llegues a estar delante de Dios, de la gente y de la persona que los vaya a casar en el gran día. ¿Listo? Este concepto es que Aún no estás casado/a. Ahora, dependiendo de la logística u otras circunstancias, trasfondos culturales, duración de la relación, cosas que otros cristianos te hayan dicho, hay otra forma de decirlo. ¿Listo? No estás casado/a aún. Recuerda esto si no aprendes nada más de este artículo. Asumiendo esta "regla fundamental del compromiso," veamos algunas formas útiles para crecer en pareja y pasar este momento único. ¿Que hacemos ahora? Un tema que ocupará la mayor parte de su tiempo de conversación más que antes de haberse comprometido será cómo es posible que no estén casados aún. Aquí hay otras cosas para que piensen al respecto. Primero, no gasten tiempo importante conversando acerca de cómo será su vida sexual una vez que estén casados. Hablen claramente acerca de los límites en su relación física, y pongan métodos claros en su lugar que les ayuden a adherirse a ellos, pero no gasten el tiempo fantaseando sobre su futura relación sexual. Parece algo de sentido común, pero confíe en mí, se debe decir. Si cada uno de ustedes siente que debe conversar con alguien de confianza sobre los temores o preocupaciones que usted pueda tener sobre su relación sexual, especialmente durante la propia noche de bodas. No necesitas hablar de esto constantemente como pareja, y tampoco debes hacer un estudio profundo del Cantar de los Cantares con tu prometido/a dos meses antes de la boda. Esto es importante: No compren el mito secular de que de alguna manera usted es inferior o fracasará como esposo/a si usted no cumple como un experto sexual la noche de su boda. De hecho, lo contrario es lo verdadero. Aprender y crecer juntos en esta forma es una de las muchas cosas maravillosas sobre el matrimonio. Prepárese para el Matrimonio Haga buen uso de su compromiso más allá que simplemente prepararse para la boda. Tome algún tiempo para verdaderamente prepararse para el matrimonio también. Reciba consejería para el matrimonio, ya sea de parte del pastor quien tendrá a su cargo el servicio de la boda o de alguna otra persona que sea madura en la fe y en el matrimonio. Aunque existen un enorme número de libros espectacularmente malos sobre el matrimonio, también hay otros muy buenos. Pida consejos sobre qué literatura puede adquirir. Lea y medite. Finalmente, converse sobre cosas que usted piense puedan ser fuente de conflicto durante su matrimonio. Un buen consejero matrimonial los forzará a ustedes a hacer esto al tratar de encontrar esas áreas y tanteándolas un poco, pero debe esforzarse de su parte para ponerle Atención a esos temas que usted saben existen. Además de trabajar posiblemente en esos temas de manera temprana, el ejercicio mejorará sus destrezas en comunicación. Confíe en mí. Las va a necesitar. Prepárese para la boda Desde mi punto de vista, mucho menos de su compromiso debe utilizarse en planear la boda que en preparar su matrimonio, pero obviamente usted pasará algún tiempo conversando sobre esto. He aquí algunas cosas que debe tener en mente mientras lo hace. Una boda no es ante todo sobre las dos personas que se casan. No es fundamentalmente sobre el día especial de la novia (aunque será sin lugar a duda un día especial para ella), y no es ante todo el rito del novio para pasar a la hombría cristiana (aunque de cierta manera también lo es). El día de la boda es un servicio de alabanza en el cuál dos personas llegan a casarse. De hecho, en siglos anteriores, literalmente era eso. Al final del servicio regular de domingo en la mañana, dos personas que se casaban podían ya fuera caminar hasta el frente de la iglesia o simplemente ponerse de pie donde se encontraban y decir sus votos. Al igual que planeas la música, la decoración, y otros aspectos del servicio de la boda, ten en mente que en última instancia es un evento de adoración delante de Dios. Yo aconsejo que lo hagas sencillo, y mantenlo lleno de adoración. Demasiadas parejas ponen tremenda energía y estrés, incluso lágrimas, sobre qué tipo de papel pergamino falso deberán usar para los programas de forma que puedan evocar más efectivamente un tema "Mediterráneo”. Mientras tanto, están desatendiendo su matrimonio incluso antes de empezar. Una boda simple también le permitirá tener un compromiso de celebración corto, lo que en muchos casos es algo grandioso, por un sin fin de razones. Mantenga la logística en el asiento trasero Al hablar de compromisos a largo plazo, debemos hablar de logística. Si crees que has recibido el llamado para casarte, y crees haber encontrado la persona con la que deseas casarte, entonces cásate. La logística nunca será perfecta. El matrimonio es algo que durará el resto de la vida de uno. Será central y controlará sobre cualquier ministerio que alguno de los dos pueda tener. Ajuste cosas como los estudios, trabajos, dinero, distancia (en otras palabras, logística) para acomodar lo que significa casarse. No ajustes el propósito ni el tiempo del casamiento por un tiempo significativo de acomodo del capricho de la logística o cualquier otra circunstancia terrenal. En otras palabras, no es sabio, y probablemente en una violación pecaminosa de algunos otros principios que hemos discutido, tener un compromiso de tres años o una relación inapropiada porque la logística para casarse no es perfecta. Si la logística es tan mala (o tan importante para usted) que sienta que no podrá casarse en el futuro cercano, entonces ponga más cuidado si debe mantener una relación. Responsabilidad Lo crea o no, la responsabilidad real es probablemente lo más importante de esta etapa. Debe ser frecuente, personal, local y resistente. Tome los pasos para glorificar respetarse a sí mismo y a su cónyuge por todo el camino hacia la boda y más allá. Su relación de noviazgo y progresión hacia el matrimonio puede verse diferente de algunos de [los elementos] que he escrito aquí. Mantenga en mente tan sólo los elementos esenciales: respeto, cuido del alma de la otra persona por sobre tus propias necesidades, no defraudarse el uno al otro, dirección y sumisión que saldrán a escena y que serán retratadas de una forma santa para que el mundo la vea, relaciones ejecutadas corporativamente y bajo consejería, falta de intimidad emocional inapropiada, sin intimidad física, dejar el matrimonio para el matrimonio, ser diferentes de lo que el mundo es, dándole la gloria a Dios. EL AMOR, UNA DECISIÓN INTELIGENTE A través de los tiempos se ha recogido en numerosos textos, canciones, obras de teatro, y más recientemente en películas y programas de televisión, el recuentro de historias de amor que iniciaron con lo que se ha llamado "amor a primera vista”. Tanto se ha hablado de él, que es importante reflexionar acerca de la posibilidad de que tal cosa realmente se dé. Sin lugar a duda, algunas de estas historias tienen un final feliz, así como muchas otras han sido un total fracaso, sin embargo, a pesar de que el resultado sea positivo, este no es suficiente para probar que el amor verdadero puede surgir de una primera mirada, ya que son muchos los factores y circunstancias que influyen en el desenvolvimiento de una relación romántica, sea cual fuese la forma en que esta inicie. Ahora bien, es importante que al examinar la posibilidad del nacimiento de un amor verdadero en un primer encuentro, lo hagamos a partir de una correcta definición del concepto de amor. Para ir directamente al grano, considero que el amor a primera vista es imposible; y es imposible porque el amor verdadero no es simplemente una sensación romántica, ni una atracción sexual, tampoco el deseo de casarse con un posible candidato, o la emoción de haber "capturado” a alguien socialmente deseable. Que es a lo que se limitan las emociones que se pueden producir a primera vista, pero, contrarias al verdadero amor, son principalmente de satisfacción personal ya que son motivadas por un deseo de gratificación o complacencia egoísta. Cuando nos sentimos de las formas antes descritas, no nos hemos enamorado de otra persona, nos hemos enamorado del amor. Y hay una diferencia enorme entre estas dos cosas. El amor verdadero involucra la expresión de nuestro más profundo aprecio por otro ser humano; es tener un conocimiento muy grande de sus necesidades y anhelos; es generoso, dedicado y comprensivo; y éstas no son actitudes que se producen a primera vista, sino que se desarrollan en el tiempo. Realmente, existe una calidad espiritual en el vínculo del amor de dos personalidades únicas, en una relación de compromiso, pero ese vínculo no se produce a primera vista en una noche encantadora, en un lugar lleno de personas. El amor es una manera especial de sentir, de actuar, de pensar y la mejor forma de entregarnos. Es algo que hay que aprender. Porque el amor ES UNA DECISION INTELIGENTE, es educar emociones. Por el contrario, las emociones que surgen en un primer encuentro a partir de una atracción física o así también coincidencia en intereses, temas u otros aspectos de la vida, las podemos definir como "enamoramiento”. Para minimizar los posibles efectos negativos del enamoramiento, ya que en algunas ocasiones podría cegar el razonamiento, y en general esto lo hacen todas las emociones impulsivas, se debe trabajar en el manejo y control de ellas a través de la razón y la voluntad; porque cuando la pasión se enciende la razón se apaga. El amor NO es algo fácil. El amor se cultiva con el tiempo, se forja con paciencia y tolerancia, se desarrolla con perdón. El amor se aprende, es una decisión que hay que cultivar, defender y proteger. El amor es un estilo de vida. Es usual que el amor se confunda con el sexo. Al sexo se le llama amor y al amor sexo. Sin embargo, el amor lo revela el sufrimiento del respeto, del arte de esperar, la grandeza al dignificar, no un deseo corporal satisfecho. Hay dos tipos de sufrimiento: el sufrimiento de las consecuencias que pueden llegar a truncar el proyecto de vida de una persona, y el sufrimiento de la espera para el disfrute pleno de la relación en todas las dimensiones del ser, es decir, a nivel físico, psicológico y espiritual. Será decisión propia escoger uno o el otro. Lo cierto es que no hay amor sin sufrimiento, no hay alegría sin dolor, no hay felicidad sin espera. El amor crece cuando hay negación, porque la semilla a la que no se le otorga cuidado y esfuerzo muere estéril. Ese sufrimiento no es el que produce la traición, el abuso, el egoísmo, el sufrimiento que produce felicidad es el resultado de la espera, es el que hace que el amor crezca, es el sufrimiento que surge de la negación, del deseo de hacerlo bien. Sin embargo, este sufrimiento de la espera no es algo que se puede eliminar si deseamos amar. Si lo aceptamos puede producir profundidad en la relación, crecimiento y realización. Puede forjar un amor profundo, que sabe resistir las tempestades emocionales, nos ayuda a conocernos mejor y hace que la amistad crezca. El sufrimiento nos enseña a entregar, a renunciar, y a esperar. Es este sufrimiento el que nos hace verdaderamente compatibles sexualmente cuando nos casamos, porque nos enseña a esperar, a cuidar y a respetar, porque nos permite darnos cuenta que podíamos llegar más allá de la piel, del perfume agradable y de la apariencia. El enamoramiento egoísta en el que se usa al otro para nuestra propia complacencia degrada, hace perder la dignidad, es un juego, un instrumento para satisfacer y muere rápidamente dejando huellas que duelen. Realmente considero que quienes buscan las relaciones "express”, "sin compromiso”, la aventura y la conquista rápida, podrían estar reprimiendo sus sentimientos y deseos más profundos. Estas personas no son los más apasionados como se tiende a pensar, sino que al contrario, son calculadoras y frías ya que no se han dado la oportunidad de amar de verdad. El amor no es algo que se usa y se desecha, el amor nació para quedarse, el amor es para siempre, nunca deja de ser. Cuando lo que hay es un enamoramiento egoísta, se exige, pide, demanda, es impaciente con cualquier cosa que se interponga en su camino y trata de dominar imponiéndose. Sin embargo, el verdadero amor no se impone, ni trata de dominar, procura la LIBERTAD de la otra persona. Busca la realización de quien se ama y eleva su dignidad. Se ama cuando se ha aprendido a entregar y a renunciar, cuando se sabe decir "lo siento” y rectifica la actitud. Cuando se ama se espera, se recapacita, se pide perdón, se entrega y se cede. Esto produce algo más que un sentimiento pasajero y egoísta, desarrolla carácter que produce amor de verdad. La mayor prueba del amor, está en el hecho de darle a la otra persona la libertad de decir NO, la oportunidad de decidir y sentirse respetada/o. El amor no lo enseña el sexo, la genitalidad, la aventura. El sexo no proporciona la seguridad de que somos el uno para el otro, sino más bien lo hace la capacidad de respetar, valorar, aceptar, del disfrute del tiempo compartido. El sexo hace que se pierda la alegría del suspenso; nos roba la oportunidad de conocernos mejor, y hace que todo se centre en el placer. El sexo fuera del vínculo del matrimonio impide la oportunidad de que el amor crezca; y es que el amor no crece a partir del sexo; amor es compartir las esperanzas y las penas, es crecer en confianza, compañerismo, son conversaciones sinceras. El amor es una amistad que crece e inspira seguridad, respeto, ilusión; el amor alimenta los sueños y produce esperanza. El amor no roba la ilusión, la fortalece. Aun si la relación termina, la amistad puede continuar, porque fue forjada con amor de verdad. Renunciar a uno mismo para entregarse y amar, es requisito del casado y del soltero. Quien aprende a renunciar a su egoísmo, a su individualidad, jamás experimentará la soledad del egoísta. Quienes no aprenden la importancia de la renuncia siempre se sentirán solos, aunque se hayan casado. Es cierto que todos y todas tenemos que hacer frente a los sentimientos egoístas que afloran, a esa soledad egocéntrica muchas veces disfrazada de lujuria. Los solteros y los casados debemos tener una vida realizada a pesar de los muchos deseos no realizados. Debemos aprender a morir a nosotros mismos con tal de dar vida al amor, ese amor que se entrega, que se da, con tal de sembrar realización en la persona amada. No hay felicidad sin renuncia y sacrificio. Por eso, Jesús no fue un solterón de 30 años. Era una persona llena, satisfecha, realizada, porque se dio todo él, por amor a la humanidad. Por lo tanto, la felicidad no es condición del estado civil, es el fruto de la renuncia, de entregarnos a quienes hemos decidido amar. La espera paciente del disfrute físico con el otro contribuye a transformar la potencia del sexo en amor. La inocencia, y el deseo de lo bueno, desarrolla la capacidad de pagar el precio y hacer un sacrificio por este amor. El amor se expresa cuando somos capaces de trascender el interés más allá del cuerpo hasta llegar al alma. Transformar la pasión en amor, es navegar en las aguas profundas del verdadero yo, de la belleza interior, es valorar y disfrutar. Es la capacidad de fortalecer la razón y la voluntad, hasta el punto de descubrir los secretos del alma. Es descubrir que sus ilusiones me emocionan y sus tristezas me duelen. Es dejar de lado el egoísmo de la autocomplacencia para amar como Jesús amó. Cuando usted imprime pureza en la relación, hace que el atractivo crezca y lo dirija al matrimonio, y si la relación termina, se creció en el arte de amar. La humildad, la simpatía, el honor, la capacidad de ser uno mismo, nos conduce a planos inimaginables del verdadero amor, el que es libre, emocionante, el que inspira respeto y deseos de vivir. Si una pareja cede a sus deseos puramente físicos, se pierde el atractivo para ambos, es por esto que, en secreto él desea que ella se resista y ella desea que él no la presione. Génesis: 2: 25 dice: "y estaban ambos desnudos, Adán y Eva, y no se avergonzaban”. ¿Cuál es la desnudez que no avergüenza? La que implica estar cara a cara, sin máscaras ni engaños, sin intenciones ocultas. Esta desnudez que no avergüenza, es la que desarrolla la capacidad de mostrarnos tal cual somos y aun así, no avergonzarnos. Por lo que, asegurémonos de establecer relaciones que no avergüencen. El amor no sólo debe aprenderse; debe protegerse, requiere tiempo, debe cultivarse, crece con límites claros, y es producto de mostrarnos en actos que no avergüenzan. Se protege viviendo conforme a los principios divinos, nunca hay contradicción entre el amor y la voluntad divina. La ruina de una vida inicia en la negación de un valor Bíblico; cuando amamos verdaderamente somos capaces de obedecer, sólo el que obedece es capaz de amar. Tal como lo vemos en 1Jn. 5:3, el obedecer no es carga, sino que ayuda, no nos limita, sino que nos libera. Una palmada, un por favor, un detente, pueden producir una gran diferencia en términos de realización futura. Recordemos entonces que el amor es una decisión que hay que proteger, es un arte que hay que cultivar. El amor será más profundo si prevalece el respeto. El amor es la decisión de honrar, proteger, embellecer y cuidar a la persona amada. El amor no hace nada indebido, no busca lo propio, el amor nunca deja de ser.
Excelente Artículo, estoy comprometida con un hombre maravilloso, al que quiero hacer muy feliz. Y al leer, me ha ayudado a ver las cosas más clarar y a identificar cada situación. Que Dios le siga bendiciendo. Muchas gracias. Caracas- Venezuela